martes, 13 de enero de 2009

NUESTRO PRIMER MONUMENTO


Ahora que ya veremos al Cabildo con otros ojos, por lo menos para darme el gusto, que tal si nos detenemos a mirar lo que se encuentra enfrente, allí en el centro de la Plaza de Mayo. Ese pedestal sosteniendo a una imagen, que cada vez que pasamos cerca no nos deja de llamar la atención los constantes y persistentes graffitis que se impregnan en su última capa de pintura blanca y en su alrededor unos pañuelos blancos icono de la lucha que hasta el día de hoy mantienen las madres y abuelas buscando a sus hijos y nietos desaparecidos en en la última dictadura militar (1976-1983) .
Ese monumento que observamos es uno de los símbolos emblemáticos de esta ciudad. Cuenta la historia que con motivo de la conmemoración del primer aniversario de la revolución de mayo, sucedida en el año 1810, el Cabildo decidió mandar a construir en la por entonces Plaza de la Victoria (nombre dado a la actual Plaza de Mayo por haber contraído la "victoria"ante los invasores ingleses en dos oportunidades, 1806 y 1807) una suerte de obelisco rematado por un circulo de dudoso significado, el constructor Francisco Cañete fue el encargado de llevar a cabo nuestro primer monumento. Al inaugurarse el 25 de Mayo de 1811, todo fue fiesta, alegría y sonrisas de aquellos porteños de la época revolucionaria. El monumento ya estaba en pie para recordar la gesta patriótica para siempre...¿para siempre?.
Bueno eso de para siempre en este bendito país nunca es tan probable, y más cuando se trata de conservar la memoria del pueblo y su identidad como mismo. Es por eso que cansados de lo "feo" que era el primer monumento, decidieron hacer otro "más lindo". En 1856/57 el pintor Prilidiano Pueyrredón fue el encargado de tamaña tarea, lo que dicen que se hizo fue cubrir el antiguo obelisco (¿para que nadie lo viese nunca más?) con el nuevo y suntuoso monumento, más estilizado y rematado por una figura de la libertad realizada por Dubordieu, este es el que actualmente podemos ver en el centro de la Plaza, aunque no siempre estuvo en el mismo lugar...En 1884 El intendente porteño Torcuato de Alvear, manda a derribar la recova que separaba la Plaza de la Victoria con la llamada Plaza del Fuerte, entonces la recova que había sido construida en 9 meses se derribó en tan solo 9 días. Es en ese momento cuando la pirámide de Mayo se habrá sentido desorientada, pues con esto de tirar la recova abajo, quedó descentrada en la integración del nuevo espacio físico. Por 1910 la pirámide comenzaba ya a estorbar, no tenía el "estilo europeo" que estaba a la moda por esos tiempos, se empezó a deliberar para cambiar la pirámide de Pueyrredón (y con ella la de Cañete) para reemplazarla por otra más europeizada. Por suerte, vecinos defendieron a la ya existente y hasta ese entonces "descentrada" pirámide y en 1912 se la decide volver a centrar, el ingeniero Anselmo Borrel fue el encargado de la tarea, "encamisando" a la pirámide con maderas y por medio de un sistema de rieles se la logró llevar al lugar en el que hoy día la vemos.

Lo cierto es que hoy en día ya ni siquiera se sabe a ciencia cierta si el primitivo obelisco de Cañete se encuentra "encapsulado" dentro de la pirámide nueva de Pueyrredón, o no existe más, o si la nueva pirámide está construida sobre la base de la antigua, las hipótesis son muchas pero la moraleja es una sola...ya la habrán entendido.







2 comentarios:

  1. Flor:
    Como siempre es un placer leer lo que has hecho, te felicito y como antes segui así que le estas aportando mucho a nuestro hermoso patrimonio.
    Tene en cuenta que tu granito de arena va a ayudar a que muchos empiezen a mirar a su alrededor.


    Besos enormes y mucha suerte en tus vacas.



    muah!!!!

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  2. Hola Rodrigooo!!!
    Gracias por recordarnos que tenemos un patrimonio hermoso,se que te gusta la carrera que elegiste y te hace feliz, te lo mereces y eso me pone muy contento.

    TQM Te mando un beso enorme
    El Tio

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